Cambios climáticos y riesgos asociados registrados en las costas Españolas
Main Authors: | Mendez, Katia, Valiente, Juan, Milla, Sergio |
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Format: | info Lainnya Journal |
Bahasa: | spa |
Terbitan: |
, 2021
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Online Access: |
https://zenodo.org/record/4420289 |
Daftar Isi:
- Este proyecto tiene su origen en la sensibilidad de la lectura de los objetivos de desarrollo 20/30 de la organización de naciones unidas, en concreto del punto tercero del objetivo número 13 acción por el clima, en el cual se menciona: “Mejorar la educación la sensibilización y la capacidad humana e institucional respecto de la mitigación del cambio climático, la adaptación a él, la reducción de sus efectos y la alerta temprana”, de la cual sacamos la idea de utilizar los datos abiertos sobre información geográfica geolocalizada, para contribuir al análisis del deterioro de las costas españolas. Ese análisis nos llevó a comprender que el deterioro de la costa no se está frenando en los últimos años y al parecer no se va a frenar en los años siguientes, pero como acción, podemos tratar de mitigarlo. El planeta durante el siglo XX y comienzos del XXI ha incrementado un grado su temperatura[1], provocando, de esta forma, el deshielo de los glaciares y el hielo polar (tanto ártico como antártico), además del aumento del nivel del mar. Así también, la presión urbanística sobre las costas españolas no ha parado de crecer desde mediados del siglo XX. El incremento tanto del nivel del mar por el efecto invernadero, como la presión urbanística, hacen que el coste del daño patrimonial inmobiliario tanto público como privado vaya en aumento en cada desastre natural. Según el panel de expertos sobre el cambio climático IPCC de la ONU en su informe de 2018[2], España con sus 10.000 kilómetros de costa es uno de los países europeos más vulnerables. En sus análisis de impactos del cambio climático, el Gobierno español calcula que, en las costas más acantiladas y alteradas por diques o paseos de la península, la cota de inundación para 2040 puede crecer hasta los 4,5 metros en la zona cantábrica y entre 0,5m. y 1 metro en el Levante. Y si a esto le sumamos el aumento del oleaje y la mayor erosión en esas playas (un 20% más en el norte y el delta del Ebro, entre el 5-10% en el Levante y un 40% en Canarias y la Costa Brava), vemos que la situación va a empeorar con el paso de los años. Estas variables relacionadas con el cambio climático no incorporan la desmesurada urbanización de la costa en las últimas décadas, que impiden, a base de urbanizaciones, espigones, diques y paseos levantados, que el sedimento circule por la costa. La costa es un recurso limitado y su adecuada gestión es un elemento clave para la sostenibilidad del desarrollo de las generaciones presentes y futuras. Según el Observatorio de la Sostenibilidad en España 2011[3], la demanda turística, residencial y de ocio que tiene la costa española, gracias a su clima y riqueza natural y cultural, ha producido destacables beneficios económicos como el crecimiento del sector turístico español. Pero asociado al fenómeno turístico, y muy relacionado con el boom inmobiliario, en los últimos años ha tenido lugar un crecimiento descontrolado de la artificialización del territorio, dando lugar a un número inmoderado de viviendas e infraestructuras en nuestras costas. Es este modelo de desarrollo el que definitivamente puede terminar con el atractivo turístico de nuestras costas dando lugar a importantes repercusiones en el sector turístico y el PIB nacional. El 9,3% de la superficie de la franja costera de los primeros 10 km. en España es artificial (ha sido construida por el hombre), frente al 2.01 del resto de la superficie. Lo que representa el 34% de la superficie artificial total construida en España. Este proceso de artificialización ha supuesto una enorme pérdida de bienes y servicios de los ecosistemas litorales, haciendo que este modelo de desarrollo no sea sostenible a medio plazo. Greenpeace[4] ha denunciado que entre 1987 y 2005 se destruyeron dos hectáreas al día sólo en los primeros 500 metros de costa (aproximadamente dos campos de fútbol al día). Esto deja un legado de una costa saturada e incapaz de generar los bienes y servicios necesarios para un desarrollo sostenible futuro. La magnitud del desastre es tal que municipios como Marbella (Málaga) tienen el 90% de su costa urbanizada en los primeros 500 metros o Finestrat en Alicante con el 100%. Si analizamos la cantidad y la calidad de servicios ecosistémicos que ofrece, la costa española es clave para la actividad económica del país y su importancia comienza precisamente por algunos de los sectores que contribuyen a degradarla como el turismo. El turismo supuso el 15% del PIB en 2019, y la costa es fundamental en el desarrollo de esta actividad económica. Además, algunas de las zonas agrícolas de mayor productividad también se sitúan en la costa, donde compiten por el uso del suelo con el turismo. Sólo Madrid y Zaragoza de las grandes ciudades españolas están fuera de la franja litoral. Además, se prevé en los próximos 15 años que la población de Islas Canarias, Baleares, Cataluña y Región de Murcia siga aumentando[5]. A esto se le añade los millones de turistas que llegan todos los años a disfrutar de las costas de nuestro país. España llegó a una cifra récord de 83,7 millones de turistas en 2019. Con tal concentración de población, en una costa con ecosistemas naturales cada vez más mermados, se incrementan las demandas de abastecimiento de aguas, energía, transportes, y la generación de residuos sólidos, aguas residuales y gases contaminantes, que deben regenerar los ecosistemas locales. Esta presión de la población también es muy fuerte sobre las propias playas, todo el mundo quiere situarse lo más cerca de ellas, para su disfrute directo o explotación comercial, intentando muchas veces realizar dicha acción de forma privativa. Por tanto, creemos que tanto la necesidad de los planificadores de las políticas públicas, como la necesidad a nivel privado, de los propietarios de viviendas, los propietarios de establecimientos hosteleros, y las aseguradoras, de prever el estado y deterioro de esos ecosistemas costeros. Así también, consideramos que un reparto de costes más justo no solo es necesario, sino indispensable, y tal es así que quien más haya arriesgado y más imprudencias e ilegalidades haya cometido, más pague. No es justo que aquellos que más lucro han sacado y sacan del turismo masivo y del urbanismo abusivo, paguen lo mismo que aquellos que no se han visto beneficiados. Para equilibrar este desajuste y fomentar de ahora en adelante un desarrollo más sostenible de la costa española, y que las buenas prácticas se vean recompensadas, tanto a nivel colectivo como individual, realizaremos una aplicación móvil que permita tanto a aseguradoras, ayuntamientos y entes particulares, realizar una mejor tasación del riesgo de edificar en la costa, incluyendo el pensar en la sostenibilidad medioambiental. Nuestro objetivo es que una mejor evaluación del riesgo suponga, una prima positiva para las buenas prácticas medioambientales y permita fomentar una mayor educación medioambiental dando a conocer una problemática que está vigente en nuestro territorio y que va a ir en aumento. Hace razonable pensar que la información que vamos a proveer desde nuestra aplicación es necesaria y adecuada para la planificación de esos escenarios futuros tan inciertos para los ecosistemas costeros españoles. [1] Global climate change “Global Temperature” https://climate.nasa.gov/ [2] Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático https://www.ipcc.ch/ [3] Informe "Sostenibilidad en España 2011" https://www.universia.net/uy/actualidad/orientacion-academica/informe-sostenibilidad-espana-2011-895393.html [4] Informe Greenpeace: “A toda Costa” https://es.greenpeace.org/es/wp-content/uploads/sites/3/2018/07/A-Toda-Costa-Cast-DEF.pdf [5] Instituto Nacional de Estadística. Nota de Prensa, octubre 2016. http://www.ine.es/prensa/np994.pdf